Pilar Sordo
martes, 30 de agosto de 2011
APRENDIZAJE
Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje. Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso.
martes, 23 de agosto de 2011
Actitud
martes, 16 de agosto de 2011
QUE NO SE VE
Cuánta poesía tiene la vida
que no se ve.
Cuánto milagro, pan cotidiano
que no se ve.
Vaya a saber, cómo se mira
que no se ve.
que no se ve.
Cuánto milagro, pan cotidiano
que no se ve.
Vaya a saber, cómo se mira
que no se ve.
Cuánto se olvida, que no se ve
Cuánto se pierde, que no se ve.
Vamos buscando tan apurados,
quién sabe qué
Hasta que un día nos damos cuenta
cuánto se fue
Vaya a saber con qué indulgencia
que no se ve
Nos perdonamos más de una vez
lo que dejamos, que no se ve.
Sé que no es tarde,
que nunca es tarde para aprender
Que si te quiero debo decirlo
más de una vez
Vuelvo a nacer, cada mañana
vuelvo a nacer..
Voy tras de aquello que no se ve
¡Qué maravilla! ¡Canto a la vida!
Vuelvo a NACER
Teresa Parodi
martes, 9 de agosto de 2011
La sombra y el cuerpo
En los últimos tiempos y gracias a los grandes avances de la ciencia médica, podemos identificar muchas más enfermedades y sus causas. A la par este avance produjo un aumento en la derivación a psicólogos de pacientes por parte de los médicos por cuestiones "emocionales". Es decir, hoy en día los médicos, luego de realizar un exhaustivo estudio de determinados padecimientos, al no encontrar en el organismo las causas del mismo, atribuyen la presencia de algunas dolencias al psiquismo.
El trabajo con el cuerpo ayuda a mantener la tensión de los opuestos a un nivel soportable y constructivo y desarrolla la consciencia del cuerpo.
La enfermedad debe considerarse como una mensajera con necesidades propias, la necesidad de recibir atención, de ser escuchada, de cuidarla y entrar en contacto con ella. Cuando consideramos a los síntomas, debemos entender que los mismos son una parte de Sombra que se ha materializado en el cuerpo. Si negamos partes de nuestra Sombra estas se introducen en el cuerpo. Nuestro cuerpo es espejo de nuestra alma. Y por lo tanto el síntoma se presenta somáticamente del mismo modo que aquello que nos falta en la consciencia.
Por eso no nos extrañe que nos molesten tanto los síntomas, ya que nos obligan a reconocer esos aspectos oscuros que no queremos ver. El síntoma es el sucedáneo corporal de aquello que falta en el alma. La enfermedad es el punto límite que nos obliga a enfrentarnos a la incompletud y nos invita a prestar atención para poder completarse, por eso la superación de las enfermedades implica ampliar el conocimiento de nosotros mismos y de nuestra consciencia.
Por el Lic. Sergio Herchcovichz
El trabajo con el cuerpo ayuda a mantener la tensión de los opuestos a un nivel soportable y constructivo y desarrolla la consciencia del cuerpo.
La enfermedad debe considerarse como una mensajera con necesidades propias, la necesidad de recibir atención, de ser escuchada, de cuidarla y entrar en contacto con ella. Cuando consideramos a los síntomas, debemos entender que los mismos son una parte de Sombra que se ha materializado en el cuerpo. Si negamos partes de nuestra Sombra estas se introducen en el cuerpo. Nuestro cuerpo es espejo de nuestra alma. Y por lo tanto el síntoma se presenta somáticamente del mismo modo que aquello que nos falta en la consciencia.
Por eso no nos extrañe que nos molesten tanto los síntomas, ya que nos obligan a reconocer esos aspectos oscuros que no queremos ver. El síntoma es el sucedáneo corporal de aquello que falta en el alma. La enfermedad es el punto límite que nos obliga a enfrentarnos a la incompletud y nos invita a prestar atención para poder completarse, por eso la superación de las enfermedades implica ampliar el conocimiento de nosotros mismos y de nuestra consciencia.
Por el Lic. Sergio Herchcovichz
lunes, 1 de agosto de 2011
Como hacerte saber
Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el "por qué" de los niños tiene un porqué
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar, debemos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos
Que para que alguien sea, hay que "ayudarlo",
Que ayudar es poder alentar y apoyar
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que cuando no hay placer en las cosas, no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y con la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?
Mario Benedetti
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