viernes, 27 de agosto de 2010

Bendición celta sobre los sentidos


"Que sea bendecido tu cuerpo.

Que comprendas que tu cuerpo
es un fiel y hermoso amigo de tu alma.

Que tengas paz y júbilo y reconozcas que
tus sentidos son umbrales sagrados.

Que comprendas que la santidad es atenta, que mira, siente, escucha y toca.

Que tus sentidos te recojan y te lleven a tu casa.

Que tus sentidos siempre te permitan celebrar el universo y
el misterio y las posibilidades de tu presencia aquí."

martes, 17 de agosto de 2010

Con las alas del alma

Con las alas del alma desplegadas al viento,
desentraño la esencia de mi propia existencia
sin desfallecimiento, y me digo que puedo
como en una constante
y me muero de miedo, pero sigo adelante.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
porque aprecio la vida en su justa medida
al amor lo reinvento, y al vivir cada instante
y al gozar cada intento, sé que alcanzo lo grande,
con las alas del alma desplegadas al viento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
más allá del asombro me levanto entre escombros
sin perder el aliento
y me voy de las sombras con algún filamento
y me subo a la alfombra con la magia de un cuento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
atesoro lo humano cuando tiendo las manos
a favor del encuentro por la cosa más pura,
con la cual me alimento por mi pan de ternura,
con las alas del alma desplegadas al viento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
ante cada noticia de estupor, de injusticia,
me desangro por dentro
y me duele la gente, su dolor, sus heridas,
porque así solamente interpreto la vida.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
más allá de la historia, de las vidas sin gloria,
sin honor ni sustento
guardaré del que escribe su mejor pensamiento
quiero amar a quien vive con las alas del alma
desplegadas al viento, al viento, al viento...
Eladia Blázquez



viernes, 13 de agosto de 2010

Nosotros tenemos la alegría

"Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y
también tenemos la alegría de nuestros dolores,
porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del
consumismo vende en los supermercados
y estamos orgullosos del precio de tanto dolor
que por tanto amor pagamos.
Tenemos la alegría de nuestros errores,
tropezones que prueban la pasión de andar y el amor al camino.
Y tenemos la alegría de nuestras derrotas,
porque la lucha por la justicia y por la belleza
vale la pena también cuando se pierde.
Y sobre todo, tenemos la alegría de nuestras esperanzas.
En plena moda del desencanto cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal,
nosotros seguimos creyendo
en los asombrosos poderes del abrazo humano."

Eduardo Galeano

martes, 10 de agosto de 2010

Lento pero viene


"lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme

demorándose viene
cual flor desconfiada
que vigila al sol
sin preguntarle nada

iluminando viene
las últimas ventanas

lento pero viene
las últimas ventanas

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya se va acercando
nunca tiene prisa
viene con proyectos
y bolsas de semillas
con angeles maltrechos
y fieles golondrinas

despacio pero viene
sin hacer mucho ruido
cuidando sobre todo
los sueños prohibidos

los recuerdos yacentes
y los recién nacidos

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya casi está llegando
con su mejor noticia
con puños con ojeras
con noches y con días

con una estrella pobre
sin nombre todavía

lento pero viene
el futuro real
el mismo que inventamos
nosotros y el azar

cada vez más nosotros
y menos el azar

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

lento pero viene
lento pero viene
lento pero viene"


Mario Benedetti

viernes, 6 de agosto de 2010

martes, 3 de agosto de 2010

Impulso vital

“Nos asiste el vehemente deseo de contribuir a redescubrir una de las dimensiones más importantes de la experiencia humana, la vocación humana.
La vocación humana es ese aliento que nos hace sentir escandalosamente vivos y al mismo tiempo, aquello que mal vivido nos hace sentir muertos, mucho antes que la vida termine. Vivir la propia vocación es ir al mismo paso con el ritmo de la tierra y con el alma del universo, enfrentando nuestras zonas oscuras, recibiendo los dones de la vida y ampliando la sabiduría de existir.
Hacerse cargo de la propia vida no es un asunto sencillo.
A diferencia de los demás seres con quienes compartimos el cosmos, los humanos no podemos vivir simplemente dejándonos llevar por la vida, porque no somos felices sin participar hondamente de los acontecimientos de nuestra vida. Necesitamos que nuestra vida tenga autodirección, sentido, propósito y que todo ello sea llevado adelante como una decisión personal, en la que se vea involucrado el conjunto de la identidad.
Vivir es enfrentar una pregunta radical acerca de la definición de esa vida. Es una pregunta, cuya respuesta podemos evitar, equivocar, postergar o poner en manos de otros. Sin embargo, todas esas son alternativas válidas solo por un tiempo. Más temprano que tarde, la poderosa fuerza que nos impulsa a hacernos cargo de nosotros mismos, nos pasa la cuenta y nos obliga a enfrentar lo que hemos evitado, a corregir lo que hemos equivocado, a asumir lo que hemos postergado y a tomar en las propias manos lo que hemos dejado en la de otros. La vida es una pregunta, pero una pregunta que se nos dirige personalmente y que ha de responder cada uno desde lo más hondo de la propia identidad. Lo central en el camino de descubrir la vocación es tomar contacto con un sueño. El desarrollo de la vocación personal es una experiencia cíclica, que tiene etapas de evolución y de involución; hemos comprendido que los sueños son un ardiente reclamo, que nos impulsa, una y otra vez, a adecuar el rumbo de nuestra vida, hasta dar con las coordenadas exactas de nuestra vitalidad existencial; hasta dar con el lugar preciso donde es posible seguir soñando nuestros sueños.
Necesitamos permitirnos recuperar la certeza de que no estamos solos, de que la vida y la historia no es un puro azar, renovando nuestra fe en la amorosa Presencia que nos deposita en la vida y nos cuida.”

Tomado de
Ana María Díaz, El reclamo de los sueños. Equipo Talita kum