sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Feliz Año!


Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia. Saludarnos en los ascensores: saludar a los guardias, a los chóferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Decirnos que nos queremos: No puede ser que en nuestro país sea más fácil decirnos te odio que te quiero, y si digo que estoy profundamente enamorada es porque llevo poco tiempo. Ridiculizamos el amor de una manera preocupante.
Crear ambiente de hogar en nuestras casas: tiene que haber olor a comida,
cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas, independiente de los recursos, se están volviendo demasiado perfectas y parece que nadie puede vivir adentro.
Tener contacto con la naturaleza
Jugar, reírnos y darnos el tiempo de compartir con los abuelos: Imprimámosles las fotos para que las vean como a ellos les gusta y disfrutemos de su sabiduría. Obliguemos a nuestros hijos a compartir con ellos, así entenderán sus historias. Tratar de crecer en lo espiritual: La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia del nuevo siglo: la inteligencia espiritual.
Tratar de dosificar la tecnología: Para dar paso a la conversación, a los juegos "antiguos", a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y nos comprometemos a
intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos eximirá de los problemas, pero nos hará entender que la única diferencia entre alguien feliz y otro que no lo es no tiene que ver con las dificultades que tengamos, sino con la actitud con al cual enfrentemos lo que nos toca vivir
El 2012 vendrá con lo que tenga que venir. Todo será necesario y
maravilloso, lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo, acojámoslo con amor y con gratitud y con el alma abierta a todo lo que tendremos que aprender de él.
Pilar Sordo

sábado, 24 de diciembre de 2011

Señora de Belén


Señora de la Noche y la Mañana.
Señora de los campos que despiertan
porque Jesús ha nacido en la comarca.
Señora de los que peregrinan,
como Tú, sin hallar tampoco una posada.
En esta Nochebuena,
enséñanos a ser pobres y pequeños.
A no tener ambición por nada.
A desprendernos y entregarnos.
A ser los Mensajeros
de la Paz y la Esperanza.
Que esta Noche la Luz que Tú nos diste,
sea el comienzo de una claridad
que no se acaba.
Que el amor sustituya a la violencia.
Que haya justicia
entre los hombres y los pueblos.
Que en la Verdad, la Justicia y el Amor,
se haga la verdadera Paz cristiana.
Que esta Noche Jesús nazca en nosotros
y podamos decirles a los hombres,
que viven inseguros y sin esperanza:
No teman. Les traemos la Buena Noticia,
la gran Alegría para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido
el Salvador, el Mesías, el Señor.
Que así sea.
CARDENAL PIRONIO

domingo, 18 de diciembre de 2011

Señora de la Esperanza


Virgen de la Esperanza, Madre de los pobres,
Señora de los que peregrinan: óyenos
Hoy te pedimos por América Latina,
el Continente que Tú visitas con los pies descalzos,
ofreciéndole la riqueza
del Niño que aprietas en tus brazos.
Un Niño frágil, que nos hace fuertes,
Un Niño pobre, que nos hace ricos.
Un Niño esclavo, que nos hace libres.
Virgen de la esperanza, América despierta.
Sobre sus cerros despunta la luz de una mañana nueva.
Es el día de la salvación que ya se acerca.
Sobre los pueblos que marchaban en tinieblas,
ha brillado una gran luz.
Esa Luz es el Señor que Tú nos diste,
Hace mucho, en Belén, a medianoche.
Queremos caminar en la esperanza.

Card. Eduardo Pironio