Creo que en todos nosotros y nosotras viven estos personajes. Cada uno de nosotros necesita ser acariciado y acariciar y también nosotras y nosotros a veces nos protegemos con espinas por temor a ser lastimados y sin quererlo a su vez también lastimamos. Pero llevamos dentro esta necesidad existencial de trascender en el amor. No podemos vivir sin caricias ya sean físicas, emocionales, psicológicas, espirituales. Y aunque parezca contradictorio, cuántas más espinas encontramos en los otros o en nosotros mismos es señal de una mayor necesidad de ser acariciado y de acariciar.
Siguiendo a Viktor Frankl, estoy convencida que nuestra riqueza y mayor potencial humano está en dejar surgir una y otra vez esta capacidad de amar y de ser amados. La búsqueda de sentido y de felicidad es apostar a esas zonas nuestras sanas desde donde podemos relacionarnos. Por más espinas que encontremos en nosotros y en los demás... el amor es más fuerte.
"Porque es fuerte el amor como la muerte" Cantar 8, 6
Estela
Estela
Gracias!
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