domingo, 31 de julio de 2011

A.M.D.G.: IGNACIO INTEGRADOR

A.M.D.G.: IGNACIO INTEGRADOR: "“Ignacio es un hombre eminentemente integrador, como pocos”. Con esta frase del P. Jesús Corella SJ [1] , queremos homenajear a nuestro he..."

martes, 19 de julio de 2011

Nuestro Dios

Nuestro Dios hizo el cielo y la tierra,
nuestro Dios hizo el agua y el sol,
nuestro Dios inventó la semilla,
y mantiene tu respiración.

Nuestro Dios hizo el hombre a su imagen,
y varón y mujer los creó
y les puso la vida en sus manos,
dándoles su poder creador.

Y ESE DIOS ÑAMANDú, DIOS YAVE,
ES EL DIOS DE JESUS EL SEÑOR
Y ESE DIOS SERA HOY COMO AYER,
PADRE DIOS NUESTRO CONSOLADOR.
PARA EL, PADRE DIOS, PARA EL,
CANTE Y BAILE NUESTRO CORAZON,
PARA EL, PADRE DIOS PARA EL,
CANTE Y BAILE EL PUEBLO DE DIOS.




Nuestro Dios inventó el arco iris,
y su vuelo le dio al picaflor,
nuestro Dios hizo la primavera,
su obra cumbre es la resurrección.

Nuestro Dios es ternura y paciencia,
nuestro Dios tiene un gran corazón,
es el Dios defensor de los pobres,
providencia, justicia y perdón.




lunes, 11 de julio de 2011

Caricias positivas y negativas

Cuando el tipo de caricias positivas no se logran se recurre a las CARICIAS NEGATIVAS, aunque inadecuadas y perjudiciales, igual son caricias, y reconocen la existencia del Ser, la agresión, el compadecimiento, los gritos, los insultos, etc., son también una forma de reconocimiento de nuestra existencia, como partes de un todo, aunque no sean las apropiadas. Es porque somos seres interdependientes de un medio social.

Que pasa, muchas veces, cuando un bebé llora o se niega a comer, ellos solo saben expresarse con su cuerpo ¿Que nos quieren decir?: “Tóquenme, yo existo”. Y en una redefinición negativa: “Si no me quieren, por lo menos golpéenme”. Los bebés carentes de estímulos suficientes, reaccionan con gravedad acorde al grado de abandono maternal.
Cuando se vive la privación parcial de caricias de los padres a los hijos, provoca “Ansiedad Aguda”, excesiva necesidad de amor, poderosos sentimientos de venganza, de los cuales emergen luego la culpa y la depresión.
Estas emociones y rebusques son demasiado grandes para los medios inmaduros de control y organización del niño pequeño, inmaduro fisiológicamente y psicológicamente.
Esto, con el paso del tiempo, entraña variadas respuestas, a menudo repetitivas, que pueden ir de inestabilidad en el carácter o síntomas de neurosis, o hasta la depresión completa, pudiendo invalidar la capacidad de establecer relaciones “psicosis infantil”.
Los niños que no reciben CARICIAS en general no sonríen, y muestran diversos grados de retardos en su desarrollo, pudiendo presentar patologías psicosomáticas con eczema, asma, trastornos gastrointestinales; siendo estas enfermedades, también formas de hablar con su cuerpo pidiendo CARICIAS, reconocimiento.

Dar Caricias:
• Uno puede emitir caricias para corregir conductas incorrectas, pero nunca se debe atacar la autoestima (la esencia de las personas) diciendo: “Torpe”, “Inútil”, “Tonto”, etc.
• Uno debe corregir una conducta equivocada e indicar la apropiada, y reforzar eso con CARICIAS POSITIVAS. Ejemplo: “Vos podes”, “Vos sos capaz”, “Te quiero mucho”, etc.
• También es necesario dar CARICIAS sobre conductas asertivas, adecuadas y esto de ninguna forma es “sobornar”. Todos necesitamos reconocimiento a nuestras buenas tareas, muchos padres creen que sus hijos deben cumplir sus deberes sin reconocimiento especial.
• Es que así fueron educados, a su vez, por sus propios padres. Criticando lo que esta mal, sin reconocer lo que esta bien.

Sembrar la autoestima:
Para que nuestros hijos tengan una buena autoestima y se sientan seguros y valiosos precisamos como papás remarcar con caricias todos los logros y todas las cosas buenas que ellos realizan y no dar por sobre entendido que es su obligación.
Esto no los va a volver “vagos”, ni se van a “dormir en los laureles”, muy por el contrario les va a generar la alegría necesaria para nuevos logros.
Recibir Caricias:
Las CARICIAS que se aceptan influyen poderosamente en nuestra autoestima. Tanto las positivas como las negativas.


Es importante


Dar abundantes caricias positivas cuando corresponda
Aceptar las caricias positivas que mereces
Pedir las caricias positivas que necesitas
Darse caricias positivas a uno mismo
No aceptar caricias negativas destructoras



Tomado de "Caricias: Un motor para vivir mejor"

Autor: Dra. Patricia Vázquez, Médica Psicoterapeuta

Y otras fuentes

martes, 5 de julio de 2011

Necesidad de caricias



Toda persona tiene necesidad de ser tocada y reconocida por los demás; son necesidades biológicas y psicológicas a las que Eric Berne, el padre del análisis transaccional llama "hambres". Las hambres de contacto y reconocimiento pueden ser apaciguadas con "caricias", las cuales, según Berne, son "cualquier acto que implique el reconocimiento de la presencia del otro". Las caricias pueden ser dadas en forma de toque físico real o por medio de alguna forma simbólica de reconocimiento, como una mirada, una palabra, un gesto o cualquier acto que signifique "yo sé que estas ahí".
•Las caricias dan a las personas suficiente seguridad como para pedir lo que necesitan y suficiente generosidad para dar a otros lo que a su vez necesitan.
•Hacen mejores a los niños, más cariñosos y afectivos a los padres y más felices a los esposos.
•Facilitan las relaciones humanas al facilitar las comunicaciones entre las personas.
•Prestan enorme ayuda a los educadores, ya que hacen más eficiente el proceso enseñanza-aprendizaje.
•Permiten una vinculación más estrecha y humana entre padres e hijos, y entre educadores y educandos.
Además del contacto físico, algunas formas de caricias positivas son las siguientes:
“!Buenos días!”
"Qué suerte que viniste"
"Qué bien bailás"
"Me alegraste el día"
"Es un placer trabajar contigo"
"Me encanta estar en tu compañía"
"Eres una excelente persona"
"Cocinas muy rico"
"Extraño tu presencia"
"Qué alegría verte"
El padre que toma en brazos a su hijo y le dice: "te quiero"
"Me alegro que seas mi hijo"
"Poner una enorme sonrisa cuando se recibe a alguien”

Los contactos verbales positivos o caricias verbales son afirmaciones que reconocen algún rasgo de otra persona.

Podemos referirnos al aspecto,
la vestimenta,
la inteligencia,
la generosidad,
la creatividad,
las condiciones emocionales,
la bondad,
la integridad,
la ética del trabajo,
las habilidades prácticas,
la dignidad,
la capacidad de liderazgo,
el talento artístico,
la respuesta o la habilidad sexual,
la sinceridad,
la capacidad de juego,
la sabiduría práctica,
la elegancia,
el tacto,
o cualquier otro atributo que la persona posea.
Escuchar atentamente a alguien cuando habla también es una caricia