viernes, 21 de noviembre de 2014

CAMINO AL AMOR



Yo nunca elegí caminos porque no me fijo metas
siempre que crea que avanzo tan solo andar me interesa
y allá en el  viejo horizonte presiento que alguien me espera.

 

Mejor que andar un camino que otros hayan inventado
es andar solo  sin rastro para inventar un pasado
yo presentía tu existencia y que nunca habías amado.

 

Es más ligero y seguro el camino trajinado
dicen que va a alguna parte aquel que vive apurado
yo voy despacio a tu encuentro pa' demorarme a tu lado.

 

Estribillo
 

Hay caminos que se juntan como los hay paralelos
por si alguien me necesita los que se cruzan prefiero
al encontrarse los nuestros pudimos fundar un sueño.

 

Es como gatear un hombre cuando se traza un camino
como escribirle a una estrella o inaugurar un amigo
cuando descubrí tu huella ya habitabas mi destino.

 

Hay quien camina con norte como el que lo hace sin rumbo
quizás se pierda el primero pero jamás el segundo
sin la brújula ha llegado mi corazón hasta el tuyo.

 

El río es camino bueno es la vida que camina
camino malo es el odio porque sangre y muerte anida
caminando con el rio descubrí donde vivías.


Peteco Carabajal


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Lealtades

"Hay una razón poderosa que puede empujarnos a iniciar la tarea de restaurar el amor hacia nuestros Padres: sólo logramos amarnos a nosotros mismos cuando los amamos y los honramos. En lo más profundo de cada uno, por muy graves que fueran las heridas, los hijos seguimos siendo leales a nuestros Padres e inevitablemente los tomamos como modelos y los interiorizamos dentro nuestro. De algún modo, conectamos con una fuerza que nos hace ser como ellos. Por eso, cuando somos capaces de amarlos, honrarlos, dignificarlos y respetarlos, podemos hacer lo mismo con nosotros y ser libres. Es muy sencillo: nos encadena lo que rechazamos y sólo lo que amamos nos hace libres."
JOAN GARRIGA
del libro ¿Dónde están las monedas?

martes, 4 de noviembre de 2014

SANAR


Las lágrimas van al cielo
Y vuelven a tus ojos desde el mar
El tiempo se va, se va y no vuelve


Y tu corazón va a sanar
Va a sanar
Va a sanar

La tierra parece estar quieta
Y el sol parece girar,
Y aunque parezca mentira
Tu corazón va a sanar
Va a sanar
Va a sanar
Y va a volver a quebrarse
Mientras le toque pulsar

Y nadie sabe por qué un día el amor nace
Ni sabe nadie por qué muere el amor un día
Es que nadie nace sabiendo, nace sabiendo
Que morir, también es ley de vida.

Así como cuando enfríe
Van a volver a pasar
Los pájaros, en bandadas,
Tu corazón va a sanar
Va a sanar
Va a sanar

Y volverás a esperanzarte
Y luego a desesperar
Y cuando menos lo esperes
Tu corazón va a sanar
Va a sanar
Va a sanar
Y va a volver a quebrarse
Mientras le toque pulsar

Jorge Drexler


jueves, 30 de octubre de 2014

Oración con la madre


Querida Mamá,
Tú eres una mujer común, como lo son millones de mujeres.
Te amo por la mujer normal que eres.
Como todas las mujeres, has cometido muchos errores.
Tus errores, dado que los acepto, han hecho de mi la persona que soy ahora.
¿Qué sería de mí sin tus errores? ¡Cuán pobre sería, sin fuerzas!
Te amo así como eres, una mujer común.
Te llevo así en mi corazón y así te amo.
Para mi eres la mejor.
Ahora te regalo algo, algo especial:
Te libero de mis expectativas que superan lo que se puede pretender de una mujer común.
He recibido todo lo que necesitaba y es suficiente así para mi.
Tú puedes seguir siendo así como eres.
Yo también sigo siendo así como soy.
Yo también soy una persona común como tú.
Estamos así, tú y yo unida
s en el amor. 
BERT HELLINGER

jueves, 23 de octubre de 2014

Mariposa de alas rotas

¿Qué hacer cuando las piernas con que salgo a caminar
se atascan en el fango, no me sirven para andar?
¿Quién quiere que estas manos en vez de alzarse al sol,
se enreden en las sombras entre rabia y desamor?

¿Y qué hago con las ganas, con las ganas de olvidar
y el grito derrotado de mi alma amordazada?
Llegar a odiar mi pecho, mi cintura, mi calor.
Crecer en el desierto, tu silencio y mi temor;
Mariposa de alas rotas contra el huracán,
Mariposa de alas rotas soy.

¿Qué hacer cuando mis labios sólo buscan maldecir,
mi boca y mi garganta se adormecen de dolor?
¿Quién quiere que mis sueños hagan nido en tu sentir,
si yo no tengo dueño y es mi tiempo de volar?

¿Y qué hago con las ganas, con las ganas de olvidar
y el grito derrotado de mi alma amordazada?
Llegar a odiar mi pecho, mi cintura, mi calor.
Crecer en el desierto, tu silencio y mi temor;
Mariposa de alas rotas contra el huracán,
Mariposa de alas rotas soy.

Mariposa de alas rotas soy, soy, soy
Mariposa de alas rotas soy ooh
Mariposa... (mariposa)
Mariposa... (mariposa)
Mariposa de alas rotas (mariposa)
Mariposa de alas rotas (mariposa)
Mariposa...

Katia Cardenal
Nicaragua


miércoles, 15 de octubre de 2014

Atrapasueños

Cuenta la leyenda,
“Hace mucho tiempo cuando el mundo era aún joven, un viejo chamán Lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión Iktomi -el maestro de la sabiduría- se le aparecía en forma de una araña. Iktomi -la araña- tomó un trozo de madera del sauce más viejo. Le dio forma redonda y con plumas que tenía a mano, pelo de caballo, cuentas y adornos... empezó a tejer una telaraña.
Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como niños y crecemos, pasando de la infancia a la adolescencia, después a la edad adulta para llegar, finalmente, a la vejez -cuando debemos volver a ser cuidadosos- como cuando éramos los más jóvenes, completando así el círculo.
Iktomi dijo -mientras continuaba tejiendo su red- "En cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, unas buenas otras malas- Si te encuentras con las buenas ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán, te guiarán en la dirección equivocada". Y continuó: "Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y algunas pueden influir en la armonía de la naturaleza. También cuentas con el Gran Espíritu y sus enseñanzas".
Mientras la araña hablaba continuaba tejiendo y tejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro. Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano lakota la red y le dijo: "Mira la telaraña. Es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero. Úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones. Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña atrapará tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero".
El anciano Lakota, le pasó su visión a su pueblo y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida. Se cuelga encima de las camas de los niños, en cada tipi para escudriñar los sueños y las visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y enviado con ellos. Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos.
Y así es cómo los Lakota creen que los atrapasueños protegen su destino.”

Podemos tomar contacto con el ‘atrapasueños’ que todas tenemos en nuestro interior. La Sophia, la sabiduría que nos habita y nos ayuda a reconocer aquello que nos ayuda a crecer y a discernir aquello que nos separa de lo más auténtico del sueño de Dios en nosotros.
Quizá el atrapasueños nos ayude a visualizar esta sabiduría que está en nosotras, huella de la Sabiduría divina.




martes, 7 de octubre de 2014

Nuestros miedos más profundos

Nuestro miedo más profundo no es a ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser brillante, magnífica, talentosa y fabulosa? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Tú eres un hijo de Dios. Tu pequeño ocultamiento no sirve al mundo. No hay nada de iluminado en encogerse, para que otras personas no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños. Nacimos para manifestar la gloria divina que está dentro de cada uno de nosotros. No esta sólo en algunos de nosotros, está en todos.
Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Como estamos liberadas de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.

                                                                                                                                      
                                                                                              Marianne Williamson

miércoles, 1 de octubre de 2014

ORACIÓN PARA SANAR MEMORIAS UTERINAS



Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestras, sintiendo infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida...
Colocamos mano derecha en el corazón y mano izquierda en el útero

Yo reconozco a la niña que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que es mi madre
Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mi

Yo pido perdón a la niña que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que es mi madre
Yo pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mi

Yo perdono a la niña que hay en mi
Yo perdono a la mujer que hay en mi
Yo perdono a la mujer que es mi madre
Yo perdono a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mi

Yo agradezco a la niña que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que es mi madre
Yo agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mi

Yo amo a la niña que hay en mi
Yo amo a la mujer que hay en mi
Yo amo a la mujer que es mi madre
Yo amo a la mujer que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mi

Yo honro a la niña que hay en mi
Yo honro a la mujer que hay en mi
Yo honro a la mujer que es mi madre
Yo honro a la mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mi

Hacemos una reverencia, nos inclinamos hacia delante con ambas palmas hacia arriba

Recibí esta oración desde algún recóndito lugar del universo, desconozco a la autora.

martes, 16 de septiembre de 2014

Trenzaré mi tristeza



Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas,  que no se meta entre tus manos- me decía-  porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar  cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña,  aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada  por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía,  siempre trenza tu tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.
Texto: Paola Klug 
Tecolutla, Veracruz – México