miércoles, 5 de mayo de 2010

Actitud ante el dolor 1ra Parte


Por Lic. Luis Fernando Carvajal Dávila (Soc. Mexicana de Análisis Existencial y Logoterapia)

"Desde el momento de nuestro nacimiento el ser humano se ve afectado por todo lo que a su alrededor se encuentra. Desde el momento de salir del vientre de nuestra madre enfrentamos el dolor más grande, salir del lugar en donde estábamos protegidos y resguardados para enfrentar un mundo cambiante y cada vez más agresivo, sin saber cómo serán los padres que nos engendraron, sin conocer cuál será la herencia de nuestra familia, sin conocer los conflictos presentes, y sin conocer toda la aventura de un mundo al cual estamos expuestos, sin saber todo esto estamos aquí. Dentro de las miles de posibilidades de millones de células que se pudieron haber unido estas células formaron un ser único e irrepetible, y esto no es una coincidencia o un hecho al azar. El Ser Humano nunca tiene experiencias de coincidencias porque en la vida hay un orden inalterable, todo lo que está “es” y tiene una razón, una razón no por inventarse sino al contrario una razón por descubrirse, un “sentido” que nos hace aspirar a un ideal de vida. Sin embargo ese ser pequeño e indefenso posee en todo su esplendor la esencia misma del ser humano, la parte mas interna: el Espíritu.

Todo lo que en su vida el ser humano acumula en experiencias, los conflictos de la niñez, los fracasos, la incomprensión de nuestros padres, la depresión de nuestros tiempos, la necesidad de sentirse querido y aceptado, el trabajo rutinario, las ganas de no vivir, giran herméticamente durante días o años, y fingimos en ocasiones que no existen, preferimos callar y tratar de hacer frente a la frustración que eso genera, llenando vacíos con vacíos, y al final ¿qué queda?, queda solamente la mujer - el hombre mismo y su “dignidad”, aquel que tiene que hacer frente a las situaciones más adversas, aquel que no puede cambiar un pasado que ha influido en su vida, pero que NO LO DETERMINA, la mujer - el hombre que ha comprendido que ahora es lo que es gracias a su pasado porque es en él en donde encuentra toda su riqueza de experiencia. El hombre - la mujer que tiene la capacidad de mirar atrás y descubrir el sentido inmerso en esas experiencias que lo han tocado, comprenderá que en el “sentido” de su pasado estará el “sentido” de su presente y podrá PROYECTAR UNA VISIÓN DE FUTURO CON “SENTIDO”. El hombre – la mujer tiene la capacidad de “oponerse” (la fuerza de oposición del espíritu) a las situaciones que la vida le plantea, no de modificar el destino, pero tiene siempre aún en el ultimo de los casos la posibilidad de elegir que “actitud” tomar ante las situaciones que la vida le plantea, o en las palabras de Viktor Frankl: “no soy yo quien le pregunta a la vida, es la vida quien me cuestiona a mí, y yo elijo como responder”.

El ser humano guarda dentro de su “Ser” el Espíritu, el cual nunca enferma y no muere. El espíritu no se aniquila, una vez que ha sido encendido arde iluminando desde el interior hacia fuera y es allí en donde empieza el trabajo de reconocer las heridas y el sufrimiento, ¿Por qué si el Espíritu ilumina nuestro “Ser” nos perdemos en la oscuridad?, ¿Por qué no me puedo dar cuenta que lo que hago hoy me está dañando?, ¿Por qué a pesar de que sé que me estoy lastimando y lastimando a quienes me aman, no puedo evitar seguir lastimándome (les)?."

(Continúa en una próxima entrega)

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